jueves, 4 de septiembre de 2008

HECTOR ALDERETE....un peligro para la sociedad




SEPRIN significa "Servicio Privado de informaciones", es decir, empresa dedicada a vender investigaciones exclusivas (y privadas, en el sentido más amplio) a otras.






Sin embargo, entre las muchas cosas que puede ser, se encuentra la de "especialista en operaciones de prensa" y "difamador profesional de políticos, periodistas e instituciones".Desentrañar su estructura no es una tarea fácil, su director, Héctor Alderete se blanqueó hace algunos meses para darle claridad a un sitio definitivamente desprestigiado. Los por qué de esta nota son varios: Seprin es uno de los sitios sindicados como el culpable de la "pinchadura" de correos electrónicos y contraseñas de jueces y periodistas, dado a conocer hace algunos días.






Pero también pesa con el hecho de ser una página de estrecha vinculación con los servicios de inteligencia, de características golpistas, donde abundan los rumores y las reivindicaciones al terrorismo de estado.Lo que sigue, es la crónica final de una serie de entrevistas que un columnista de RsR realizó para descubrir los verdaderos propósitos de este sitio y para denunciar de algún modo, qué no todo lo que nos dicen es realmente verídico.







EN LAS SOMBRAS. Durante el 2000, Héctor A prefería el anonimato: Recluido en lo que él mismo llamaba "La Cueva" (una suerte de guarida secreta donde unos pocos tenían acceso) redactaba extraños cables informativos para el sitio que dirigía y llamaba "Seprin", en un principio respondiendo a las siglas Servicio Privado de Inteligencia.Héctor A, robusto, parco y con aspecto de oficial retirado de alguna fuerza, había trabajado durante ese año como free lance de Germán, el hijo cineasta de Carlos Ruckauf, pero algunos encontronazos lo obligaron a dejar ese puesto y pasar a mejor vida en el mundo de las sombras.A, es la primer letra de su apellido, es decir, de Alderete. En la edición del 26 de abril del 2003, bajo una nota titulada "El portal de los servicios", la revista Noticias lo presentaba de espaldas: "Héctor A. no se anima a mostrar su rostro, no quiere revelar su identidad, dice que debe ampararse en el secreto para mantenerse vivo. Trabaja armado en una misteriosa oficina. Sus teléfonos, previene, suelen estar intervenidos, igual que sus mails que pueden estar siendo leídos a través de un sistema de rastreo satelital de los más avanzados del planeta. Tampoco confía en su celular: si no le saca la batería, dice, sus enemigos lo pueden rastrear hasta descubrir el exacto lugar donde está parado".La curiosidad de la revista con este misterioso hombre corría porque su sitio de internet era nada menos que el causante de una batahola de revuelos. Cuando se conformó, Seprin comenzó a difundir secretos de alcoba contados de primera mano por ex miembros de la Side, que habían sido expulsados por Fernando De Santibáñez, cuando este era el número uno de la Secretaría durante el gobierno de la Alianza. Alderete, sabía que para cobrar relevancia su página de internet necesitaba de buenos datos y no dudó un instante en tentar a los expulsados y levantar fuertes versiones sobre diferentes temas.







Desde "La Cueva", Alderete pergeñó una veintena de notas periodísticas para difamar a políticos como Carlos Ruckauf y funcionarios bonaerenses en forma de venganza, "me consta que tenía mucho miedo de que supieran quien era, ya que al principio era un grano en el orto para muchos a los que deschavaba", explica Christian Sanz, (coautor de
"La sombra de Yabrán", de Editorial Sudamericana) una de las personas que ayudó en las investigaciones de los comienzos del Seprin.Al ser consultado sobre el lugar físico de la famosa oficina del director, Sanz es cauto: "Esa información excede el interés público y periodístico, por lo cual me reservo la respuesta".

El Servicio Privado de Informaciones es peculiar desde donde se lo mire.






Llegó a ventilar la versión acerca del cáncer de colón que tendría Kirchner, difundió datos erróneos sobre las bombas que iba a poner Al Qaeda en los subtes de Retiro durante la llegada de Bush a Mar del Plata y también, pateó el tablero en los últimos días, al difundir documentos fehacientes sobre periodistas y políticos, entre los que se encontraban los emails que cruzó Daniel Santoro (Clarín) con el juez federal Daniel Rafecas (Que investiga un caso de narcotráfico) y las imágenes de Aníbal Ibarra manteniendo relaciones sexuales con una joven. Sin contar los casos del jurista Eugenio Zaffaroni, José Pampurro y del ex interventor de Santiago del Estero, Pablo Lanusse. Desde Página/12, la periodista Susana Viau señaló a Seprin como uno de los posibles responsables de la violación a la privacidad de esas personas y destacó que detrás del portal de internet estaba la mano negra de Rául Moneta, quien supuestamente sería su nuevo dueño. Una versión, que el propio Héctor Alderete se encargó de desmentir al ser consultado por la revista platense La Tecla: "Me quieren vincular con Moneta, pero yo no tengo nada que ver, no lo conozco" y en otro tramo de la nota resaltó sus miedos: "Me avisaron que desde el gobierno nacional quieren mi foto esposado, y si es posible, al lado de Moneta".







LA CAJA DE PANDO. Pero Seprin guarda aún otras sorpresas. El portal fue el primero y único en darle cabida a María Cecilia Pando, la mujer que suele reivindicar el terrorismo de estado y cada vez que puede, pregona la mano dura y la importancia del ejército en el país. Pando, llegó al portal de Alderete luego de hacerse popular con una carta de lectores escrita al diario La Nación en clara defensa al obispo castrense Antonio Basseotto, cargada de duras críticas a Kirchner publicada el 30 de marzo del año pasado, que tuvo como consecuencia directa el pase a retiro de su esposo, Rafael Mercado, que formaba parte de las fuerzas.Fascista y con posturas revulsivas, la mujer se ganó un espacio único en el Seprin, escribiendo columnas semanales y repartiendo odio por doquier a políticos y comunicadores. "Ella no tenía lugar en el periodismo para denunciar las cosas que quería y Alderete le ofreció un espacio. Mejor malo desconocido que nada", apunta Sanz al ser consultado por Reporte Semanal.Cecilia Pando, saltó al estrellato con sus comentarios sobre la actualidad para después pasar a deambular en los programas de Horacio García Belsunce, Malú Kikuchi y Roberto Cachanosvky, todos del canal Política y Economía, representantes de la derecha más ortodoxa y recalcitrante.Aunque el sitio dista mucho de ser creíble, sus infundados cables informativos llegan a las esferas más altas del poder político y periodístico. Seprin sabe venderse y ante un lector desprevenido, el portal de los espías suele filtrarse con datos sin sustento alguno. Desde el portal de análisis de medios, DiarioSobreDiarios comentaron a quien escribe estas líneas: "Juan Pablo, desde aquí te decimos que no es bueno leer Seprin. Sólo te sugerimos que los mires, te fijes en que andan y sonrías un poco".Seprin es un sitio más. O no.







POR ELLO, NO DEBIERAN SORPRENDERNOS HOY EL HACKEO DE TODOS LOS CORREOS ELECTRONICOS QUE SE LE IMPUTAN HABER ACCEDIDO; PORQUE NOS ESTABA MOSTRANDO DESDE UN PRINCIPIO QUE EL, HECTOR ROBERTO GUILLERMO ALDERETE; SI PODIA HACERLO.











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Patricio Jose Maguire

Fue Miembro de Número de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina, dependiente del Episcopado.
Egresado de la Escuela de Defensa Nacional.
Actuó como Investigador en el prestigioso Instituto de Investigaciones Históricas "Emilio Ravignani", de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.